El sábado pasado por la mañana asistí junto al compañero Rodrigo a una de las excursiones que ofrece el grupo Gozarte por Zaragoza, Fusilados en las tapias del cementerio.
La excursión comenzó en la puerta de la antigua cárcel de Torrero, donde la guía nos dio una explicación sobre la historia de este edificio desde su construcción hasta nuestros días.
De aquí subimos caminando hasta la puerta del cementerio, donde se encuentra el monumento erigido por el bando golpista a los caídos, aquí también se nos contó su historia.
La siguiente explicación, fue ante y dentro del "El memorial a las víctimas de la violencia fascista", una espiral de 3543 postes con los nombres de las personas asesinadas durante la guerra civil y posteriormente.
Niños, hombres y mujeres, compañeros Republicanos, con edades comprendidas entre los 13 a los 84 años, fueron ejecutados en las tapias de este cementerio por creer en la democracia y luchar por ella.
Luego fuimos "al paredón" donde se llevaron acabo dichos fusilamientos... una pared de ladrillo con flores colocadas en los orificios de bala... algunas frases como "Sentía repugnancia ante tan numerosos asesinatos, no podía aprobarlos", "Las derechas están matando en nombre de la religión, y una religión que les inspira tanta crueldad no la quiero"... resonaron por mi cabeza cuando la guía nos contó que el capellán de la cárcel de Torrero (Zaragoza), Gumersindo de Estella, no aprobaba estos actos, pero tampoco pudo impedirlos, y que más tarde dejó escritas unas estremecedoras memorias, en las que relató todas las barbaridades del franquismo de las que fue testigo.
Este momento tras el paso por el Memorial fue el que me dejo observar como varias personas del grupo llegaban al punto de emocionarse.
Esto si que fue una señal... |
También recorrimos los lugares donde se encontraban las fosas donde eran arrojados, siempre dándonos datos de archivo y relatándonos historias que habían recopilado.
Antes de llegar al final de la visita nos enseño un par de manzanas de nichos donde aún se encuentran algunos restos de los soldados del bando franquista, que se construyó para enterrarlos a ellos.
El final de la excursión fue ante el pequeño y austero monumento que mando levantar el alcalde de Zaragoza, Sainz de Varanda, “A los mártires de la libertad y la democracia” en 1981.
Nos pareció una visita muy interesante donde respetando a todo el mundo, se cuenta la OTRA historia que no interesaba ser contada, PARA QUE NO SE OLVIDEN A ESTOS VALIENTES.
A CUANTOS MURIERON POR LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA
NOS VEMOS!!!
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