domingo, 21 de diciembre de 2014

Estación Internacional de Canfranc

Hola amig@s!!!!

Hace unos fines de semana subimos a pasar el día con unos amigos a Canfranc Estación, con la finalidad de visitar la  Estación de los Pirineos.
Algo que nos hacia ilusión, ya que el abuelo de mi pareja trabajo en el "Canfranero", el tren que subía (ahora vuelve a subir), de Zaragoza a Canfranc.




Para ello tuvimos que reservar telefónicamente la excursión unos días antes, en la oficina de Turismo de Canfrac.

El precio fue 3 euros, vamos, algo simbólico, para colaborar en la restauración de la estación.

Después de recoger y pagar las entradas en la oficina de turismo fuimos a la parte trasera de la estación porque nos indicaron que había trenes antiguos.















 No estaban en muy buen estado pero... ya sabéis, "ala pa´dentro".



















Apuramos el tiempo lo máximo y regresamos a la entrada principal de la estación, allí tras recogernos los accesos y darnos unos cascos de obra, nos dieron una introducción sobre lo que seria la visita y sobre los comienzos del edificio.



Marchamos por un túnel peatonal por debajo de las vías para llegar al edificio que íbamos a visitar.


Una vez llegamos al final del túnel, unas escaleras subían al antiguo edificio.




Arriba, la guía comenzó a darnos información sobre el estado de este, su rehabilitación, donde se situaban los distintos servicios en su época dorada, etc...
















Con un trocito de un documental que se ha hecho sobre la estación internacional, "Juego de Espías", también nos relató su historia en la época de la Segunda guerra Mundial, como sirvió de paso de material y de miembros de la resistencia, y de como los nacis cambiaban su oro judío por materiales a España y Portugal, entre otros relatos.

Después salimos al exterior del edificio para seguir explicándonos sobre éste y poder fotografiarlo.




Terminamos el recorrido con un poco de tiempo libre por el interior.

Al salir, nos fuimos a dar una vuelta más amplia por los alrededores, donde encontramos casas abandonadas de los antiguos ferroviarios, y las cocheras donde reparaban y guardaban los trenes en aquella época.









Luego bajamos a Jaca, donde casi no encontramos un sitio donde nos dieran de comer, estaba todo hasta arriba, pero al final lo hicimos, además muy bien.

Terminamos el día con un paseo por la ciudadela de Jaca, observando la manada de  cérvidos que hay en el foso.


















Espero que os haya gustado.

NOS VEMOS!!!!


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