Como ya empieza a venir el buen tiempo, vamos a tener que ir preparando recetas más fresquitas.
Hoy vamos ha preparar un postre ligero a base de queso fresco batido y frutas.
En un principio las frutas a usar tienen que ser bastante carnosas (mango, melocotón, albaricoque, plátano...), porque si contienen mucho líquido al triturarlas quedaría un resultado bastante acuoso y a la hora de presentar nos sería imposible ya que se mezclarían. Dos de las frutas que yo he usado ya rozan la línea de cantidad de agua que no debemos cruzar, pero con un poco de maña hemos conseguido montar el postre sin problemas.
También podrías usar mermeladas light, eso te daría mucha consistencia, pero perderías frescura.
Los ingredientes que yo he usado son:
- 500 gr. de queso batido 0%
- 250 gr. de plátanos
- 250 gr. de fresas
- 250 gr. de kiwis
- edulcorante (yo he usado Truvia)
Comenzamos pelando la fruta y cortándola en trozos.
Trituramos la fruta, cada una con un tercio del queso batido. Yo he añadido un poquito de Truvia cuando he triturado, a las fresas y al kiwi.
Refrigeramos mínimo una hora, para que las mezclas cojan consistencia, tapando los recipientes con film, para que la fruta no se oxide.
Presentamos en una copa o baso de cristal transparente, poniendo la mezcla que más pese abajo, y así sucesivamente, ayudándote con una cucharilla para que no caiga muy fuerte y se mezclen los distintos sabores.
Y adorna con una hoja de menta, hierbabuena, un trocito de fresa..., yo he usado unas rodajitas de kiwi.
Espero que os guste, es un postre muy rico y sano, que contiene muchísimas vitaminas.
NOS VEMOS!!!
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